sábado, 22 de noviembre de 2008

-Velázquez

Amigos, pintar lo que uno quiere y encima que te lo compren es tan sencillo como echar un huevo a freir… por lo que está claro que la operación nos puede salir por el otro. En caso de pintora por un ovario, o varios, depende. Decía que costaría un huevo como el que pintó Velázquez y he aquí la prueba oval de lo que cuesta vivir del arte, incluso al mismísimo artista sevillano. Por otra parte, en Sevilla se venden cuadros por un tubo. (Se escuchan la canción “Sevilla …tuvo que ser”). Un compañero mío expone cada año en la capital hispalense y siempre con suerte: no le compran pero tampoco le roban ninguna obra. Obra son amores se dijo y enamoró a una galerista que, esa sí, lo acogió como agua de mayo …pero ya saben ustedes que en mayo todos los gatos son pardos y la señora de la galería resultó ser una buena copia de la duquesa de Alba (una mala copia sería imposible, claro está. Así que lo dicho; mejor comerse un huevo duro que acostarse con una patata frita.